¿Qué ha llevado a Perú a tener un sistema de transporte deficiente?

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Un buen sistema de transporte puede ser un elemento clave a la hora de evaluar una ciudad y/o país y su nivel de confort con el ciudadano. Sistemas Integrados de Transporte (SIT); que incluyan distintas formas de movilidad, tanto motorizada como activa, que sean amigables con el medio ambiente, accesibles, y seguras, es lo que toda ciudad debería alcanzar.

Actualmente, Perú está siendo poco eficiente en sus estrategias para brindar una ciudad confortable y un transporte sostenible adecuado a la necesidad de sus ciudadanos.

Entonces, ¿en qué se está equivocando Lima?

Hay varios aspectos en los que las políticas públicas están siendo deficientes, posicionando a Perú en el séptimo lugar con la peor congestión vehicular en el mundo, solo detrás de Bogotá en América (TomTom, 2019).

1.- Dominio de la informalidad – Falta de un Sistema Integrado de Transporte (SIT)

Lima cuenta con un alto porcentaje de transporte informal que es inseguro, contaminante, sin tarifa plana y poco accesible. Precisamente estos son algunos aspectos que van en contra de alcanzar un SIT dentro de las ciudades. Este transporte informal nació en los años 90 cuando no se consideró al transporte público de imperiosa necesidad para el ciudadano común dentro de las políticas urbanas.

Actualmente, se están realizando acciones con el fin de tener un mejor sistema de transporte público, sin embargo, éstas no encajan dentro del concepto de un SIT. Por ejemplo, Lima ha estado adquiriendo buses a gas, sin embargo, estos buses tienen escalones demasiados altos que se convierten en obstáculos para personas del  grupo vulnerable. Además de no tener un acceso amigable, no tienen espacio suficiente para un coche de bebé, una bicicleta o una silla de ruedas. En conclusión, se está invirtiendo en buses de transporte público cuya única diferencia con la flota actual es el uso de gas natural como fuente de energía, pero esto no los convierte en el cambio que Lima y Perú necesitan para integrar distintas formas de movilización.

2.-  Reacción tardía en lugar de planificación adecuada

Los encargados de tomar las decisiones dentro del gobierno se han caracterizado por reaccionar tardíamente ante los problemas, en lugar de tener una filosofía de planificación para una adecuada implementación y mantenimiento relación a la arquitectura construida en la ciudad. Esto se demuestra, por ejemplo, en la última oleada de ciclovías provisionales, las cuales no cumplen estándares mínimos y no solo son poco cómodas para los ciclistas, sino, mortales para los mismos.  Pintar una línea en la calzada y colocar conos o bolardos de PVC no convierte estos intentos de ciclovías, en la infraestructura que el ciudadano necesita para cambiar su forma de movilizarse dentro de la ciudad.

Otro punto que este artículo quiere resaltar es la falta de mantenimiento de pistas y de ciclovías. El mal estado de estas ocasiona congestión vehicular y, peor aún, accidentes en muchos casos. Según la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tránsito (Aviactran) existen hasta 10 huecos por km en la ciudad de Lima. Así mismo, según la ONG Luz Ámbar, las vías en mal estado alcanzan un 70% del total en la capital (Villegas, 2018).

3.- Falta de información

Otro aspecto fundamental en toda ciudad eficiente, es que  hable por sí sola mediante material infográfico como paneles informativos, mapas de transporte, información de  rutas, aplicativos de teléfonos móviles y otros similares.

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